viernes, 18 de abril de 2014

Teoría del error inicial

Solemos pensar que en algún momento de la vida cometimos un error inicial. Nada importante, claro, pero de consecuencias definitivas. Acaso tomamos el tren equivocado, besamos la boca errada o cometimos un descuido imperdonable en la cocina o el baño. En esa línea de ideas suponemos que todo lo ocurrido después estuvo mal debido a esa serie de graves desvíos de origen. De no haberlos cometido, pensamos también, todo andaría bien ahora. No dimos con el camino correcto y todo se fue al diablo. Quizás el problema está en la teoría paranoica del error inicial. Uno hace lo que puede en el momento que puede. Vamos viviendo y a golpes o sin ellos aprendemos a vivir. No hay teoría. No hay error. Hay, apenas, vida.
L. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario