lunes, 14 de abril de 2014

Blog transitorio

Así como hay hoteles transitorios existen también los blogs transitorios, es decir, un lugar donde se hace algo que no dura más que un turno de dos horas o dos minutos. Después uno sale a la calle y la vida sigue con sus planes. En el lugar abandonado cambian las sábanas a la espera de una nueva incursión textual, sexual o parcial. ¿A qué lugar irían a parar tantas palabras inútiles, tantas ideas pasajeras, si no fuera a éste? Por un rato el viaje se suspende y se produce la gran interrupción. Y una vez generado el corte brota un discurso inesperado y va a parar acá, mar negro y resumidero, blog transitorio de cuyas camas entran y salen cuerpos extraños, duras espinas, pelos sin sueño, las canciones que ya nadie escucha, el sinsentido del ser. Blog transitorio, bodrio o sanatorio. Un turno de dos horas que deja un hijo en el peor de los casos pero jamás un buen recuerdo. Esto, claro, con excepciones propias del azar.
L.

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