lunes, 14 de abril de 2014

Hambre y amor

Hambre y amor mueven al mundo. Lo dijo Schiller dos siglos atrás y la célebre frase fue citada por Freud posteriormente. En este caso las ganas de comer no se relacionan con la pobreza extrema sino con una especie de alimento indefinido que siempre falta y nos falta. Si estamos llenos hasta el tope no queda espacio para nada. Si estamos hartos se acaba el deseo. Muchos días sin comer tampoco ayudan. Unos pocos sí. El hambre ayuda a estimular la imaginación, la sed, las ganas de ser y hacer. Por eso se dice que la felicidad nunca hizo feliz a nadie. Por eso se dice que hambre y amor mueven al mundo.
L.

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