domingo, 13 de abril de 2014

Volver a las fuentes

Las penosas migraciones que ciertos peces emprenden en tiempos de desove, por ejemplo los salmones de Alaska, están dirigidas a retornar al lugar donde la especie residió primitivamente. Y eso no les pasa solamente a los animales. Hombres y mujeres creen a veces que han sido expulsados de un paraíso extinguido al que ansían regresar. Todos los instintos quieren reconstruir algo anterior. Recuerdo ahora un cuento de Abelardo Castillo (La garrapata) donde se habla del tema pero en referencia a las mujeres. Lo dice un protagonista del relato. Las mujeres tienen la virtud de hacernos recordar que venimos de su vientre. Se diría que quisieran volver a meternos adentro. O sea. La obsesión de siempre. Volver al origen.
L.

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