viernes, 17 de octubre de 2014

Distancia máxima


Hay un texto del peruano Julio Ramón Ribeyro (1929-1994) donde el autor se refiere a la distancia necesaria para evaluar estéticamente a una persona. Dice por ejemplo que algunas mujeres tienen buen cerca pero a lo lejos se nota que tienen las piernas torcidas, que caminan raro y el culo se les cae un poco al avanzar. A la vez dice Ribeyro que hay mujeres que tienen buen lejos. Son lindas a la distancia pero al acercarse uno percibe que son chuecas o que tienen una voz horrible o que hablan todo el tiempo. ¿Cuál debería ser el patrón de medida más exacto en los casos mencionados? Ribeyro tiene la respuesta exacta. La distancia de la conversación. Ahí se aclara todo, o se confunde todo, y ya no importan ni las piernas chuecas ni los culos altos o caídos. Sólo importa un alma que empieza a fluir como un río hasta envolvernos por completo, o, también, hasta desaparecer. El texto del escritor introduce de paso la idea de distancia más en general. ¿Cerca o lejos? Pienso en las obras de arte, por ejemplo en cuadros que sólo pueden apreciarse tomando la debida distancia. Pegados a la obra no entendemos nada. Desde lejos se ve el conjunto. Distancia. Tan necesaria y decisiva a veces. 
L.

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