lunes, 20 de octubre de 2014

Ganas de vivir


Reducido a lo esencial el deseo podría equipararse a las ganas de vivir. Las ganas de vivir carecen de objeto preciso y no están relacionadas con personas, lugares, consumos, viajes o planes. Es el puro deseo indefinible que empuja hacia adelante. Pero el carro, como se sabe, está empujado por dos caballos. El primero ya fue nombrado. El segundo, conocido como pulsión de muerte, podría equipararse a las ganas de desintegrar, aplastar, negar, matar en nosotros o en los otros algo que molesta o hiere. Ganas de vivir. Ganas de morir. Eros y Tanatos una vez más. En toda existencia ambas fuerzas se mezclan y tiran de la cuerda. Depende de cada uno que en la balanza las ganas de vivir pesen más y mucho más.
L. 

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