viernes, 18 de marzo de 2011

Elogio del recuerdo


El recuerdo cura. El olvido lleva a repetir situaciones enfermizas. Si se repiten es porque no se recuerdan. Si no se recuerdan es porque se reprimen. Si se reprimen es porque duelen. Es verdad que el recuerdo no está de moda. Basta pensar en qué se ha convertido para los argentinos el 24 de marzo de 1976. Un divertido fin de semana largo. El hijo de un conocido y buen filósofo local predica en la radio mirar hacia adelante como camino exclusivo y excluyente. El ideal de todo el mundo es gozar sin sombras, es decir, una especie de orgasmo infinito. Inicialmente hay placer en el olvido. Como quien se droga o emborracha. Pero a la larga lo reprimido vuelve. El que se anima a recordar no repite el acto doloroso. Lo convierte en palabras, en ideas, en metáfora de algo o de alguien. Y se cura.
L

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