martes, 29 de marzo de 2011
Mirar hacia atrás
Mirar hacia atrás, recordar, es una forma singular de la invención y el entendimiento. Es, también, una recuperación necesaria de la historia que nos constituye como humanos y ya no tanto como piedras, pelos, repeticiones. Siendo así las cosas habría que ver si -como dice un lugar demasiado común- la memoria garantiza que el pasado trágico, doloroso o traumático no vuelva a repetirse. Hay pruebas suficientes en contrario. La idea del eterno retorno parece cumplirse con o sin memoria. El recuerdo, además, es un ejercicio activo y creador. No se trata de evocar por nostalgia o, peor, suponiendo que todo tiempo pasado fue mejor. No es así. Hay, sin embargo, cierta rutina inevitable y hasta bienvenida en el puro presente de existir. Pero cuidado. Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas -advierte Woody Allen-. Pero no las mismas.
L.
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