lunes, 14 de marzo de 2011

Lo invisible


La ropa separa definitivamente al hombre del reino animal. A diferencia de los animales hombres y mujeres pueden desnudarse cuando se lo proponen. Más allá de eso, y a unos pocos centímetros, todos los cuerpos son iguales. Si la distancia es aún menor el observador verá diluirse el conjunto en una serie informe de líneas que poco a poco se irán desdibujando hasta desaparecer. Vemos hombros, pechos, muslos, pies, montículos, hoyuelos y nos maravillamos con su tibieza y suavidad. Pronto descubrimos que todo ha sido velado y que la figura humana se esconde eternamente.
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Tomado de El silencio/ Lo invisible en la vida y el arte.

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