En un momento dado León Tostói (autor de Guerra y paz) decidió abandonar la literatura. Resolvió dedicar su vida a los campesinos, convertirse en otro, ser más puro y sencillo. Renunció a sus propiedades, pretendió vivir del trabajo manual. Decidió entonces aprender a hacer zapatos. Pensó que un par de botas bien terminadas serían más útiles que una novela como Anna Karenina. El zapatero del pueblo le enseñó el oficio -con algún temor ante las extravagancias del conde ruso- y no le fue fácil. Tostói escribió en su diario. Escribir no es el problema. El problema es no escribir. Esto lleva a otra idea. Lo más difícil es dejar de ser lo que somos.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario