viernes, 8 de marzo de 2013

La ilusión del sexo puro


En toda aparición de una joven Kafka ve un llamado de la fortuna. Pero también una sombra que de algún modo amenaza su integridad humana, sensible y artística. Se convierte entonces en un vampiro textual y se inclina hacia ella para someterla a su influjo mediante la palabra sinuosa pero certera. Las cartas son la fuerza motriz que gracias a la sangre emocional que aportan ponen en funcionamiento la totalidad del engranaje. El deseo impregna la obra y la estimula. Transformadas en muchachas de papel  las chicas de kafka son investidas con una fuerza erótica perturbadora. Los dos factores –letra y sexo- actuarán unidos, contradictorios, siempre animadores y conflictivos. ¿Pero acaso es muy diferente lo que ocurre en las parejas comunes? ¿No hay siempre una imagen interfiriendo en el agitado trámite de los cuerpos? ¿No es el sexo puro una ilusión más de las tantas que inventa la cultura de los tiempos?
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario