jueves, 7 de marzo de 2013

La tristeza


Aún los más felices viven en un estado de tristeza. Pero no quieren aceptarlo. No en público al menos. Pareciera que estar triste es la mayor desgracia que puede ocurrirnos. No llores, dicen por ahí los partidarios de la risa fácil y eterna. Pero la tristeza no es mala palabra. Es un estado tan necesario como los pensamientos oscuros. Sólo atravesando esos callejones con o sin salida se puede seguir viviendo. El otro camino, es decir, reprimir el dolor, ocultarlo, disfrazarlo, suena bien pero tiene patas cortas. Mucha gente se enferma de no saber decir algo tan simple y verdadero como estoy triste. Por eso, para no enfermarme, voy a decirlo ahora mismo y en primerísima persona. Estoy triste....¿y qué?
L.

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