Por primera vez en seis años Suspendelviaje ha sido denunciado por ofrecer, según se lee en un cuadro solemne y sombrío al ingresar, contenidos ofensivos. ¿Ofensivos para quién? Ya hablamos de eso en un posteo escrito abajo. Sin que haga falta le anticipamos al denunciante, seguramente un hombrecito gris de esos que odian la vida en todas sus formas, que no abandonaremos el barco aún en caso de naufragio. Navegar es necesario, decía Pessoa. Ya hablamos de eso y no vamos a insistir. Lo más divertido viene después de la dura advertencia. Se le da al visitante la libertad de dejarse tomar por nuestros evidentes y ofensivos atentados a la moral pública. Lo cierto es que en caso de estar de acuerdo con la horrible idea de tragar veneno disfrazado de aroma de flores el cibernauta puede cliquear en un rectángulo naranja todavía más temerario y acusatorio. Entiendo y quiero continuar. Entender algo, cualquier cosa, requiere de un nivel cultural, estético y ético no muy extendido en el mundo virtual y real. Entender ya es empezar a conocer lo no evidente. Es entrar a formar parte de algo muy raro llamado conocimiento. Lo que sigue, el deseo de continuar, es una decisión autónoma del que ha entendido y justamente por eso no interrumpirá la caminata aunque lo conviden maliciosamente a hacerlo. Invitamos a los seguidores del blog que han entendido y desean continuar a que lo hagan y no suspendan el viaje. Será una respuesta digna a la mojigatería, y, sobre todo, a la estupidez que gobierna el mundo.
L.
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