domingo, 31 de enero de 2010
Periodismo rima con cinismo
Contra las profesiones
L.
sábado, 30 de enero de 2010
Un barco en una botella
Katia
Katia hace pis con asombrosa frecuencia. La conozco y por eso lo digo. Mientras descargo el morral en el sillón de cuero imagino la escena que ocurre cerca del cuarto. No deja de nevar en la ciudad maldita. Inventar el presente es una forma de negarlo. Preferiría ver las cosas como son. No sea que me pase como al hombre que soñó tanto con una flor ideal que, al toparse un día con una rosa de verdad, la acusó de mentirosa, vulgar, traidora, maldita y puta flor. Ahora Katia está sentada en el retrete. Al propósito o al descuido ha dejado la puerta semiabierta: lo que veo desde lejos es apenas un rectángulo de luz. Unas rodillas. Busco, mientras tanto, leña de abedules salvados de la nieve y enciendo un fuego. El frío supera largamente al esfuerzo de las llamas. La casa (luces tenues) parece un burdel. Sigo viendo el perfil que asoma en la rendija que deja entrever la delgadez del baño. Hasta siento el desfachatado olor de la hembra que está (ahí) muy concentrada. De pronto escucho el leve sonido de algo tibio y suave cayendo en lo oscuro finamente. Se confunde con los golpes de nieve que fatigan las tejas de afuera. Imagino, porque no puedo ver detalles, los muslos duros, el pelo en declive, la maraña ligeramente húmeda por el acto de indudable alivio. Por fin Katia sale y se sorprende al verme así, como suspendido en una idea abstracta (concreta) abstracta.
L.
viernes, 29 de enero de 2010
Sexo sentido
L.
jueves, 28 de enero de 2010
Piropos
Un día perfecto para Salinger
Aprender a mirar
Detrás de la cortina
L.
miércoles, 27 de enero de 2010
Nieve en Buenos Aires
L.
La muerte de Emma
L.
Lecturas de Emma
¿Blog nudista?
L.
martes, 26 de enero de 2010
Haití ya fue
Fantasías de Emma
Emma sueña con viajar
L.
lunes, 25 de enero de 2010
La suerte de Emma
domingo, 24 de enero de 2010
El marrano Bocín
Andrea
sábado, 23 de enero de 2010
Morir de amor
Escribir sin planes
L.
viernes, 22 de enero de 2010
Lugares comunes
L.
jueves, 21 de enero de 2010
Haití no vende
Haití desde Haití
Nadie está feliz con su trabajo
L.
miércoles, 20 de enero de 2010
Tocar el cielo con las manos
martes, 19 de enero de 2010
Duración del amor
L.
domingo, 17 de enero de 2010
Haití ya no existe
La partida
Ordené que trajeran mi caballo. El sirviente no entendió. Entonces fui yo mismo, puse la montura y subí. A la distancia escuché una trompeta. Pregunté al sirviente qué significaba. Dijo que no había oído nada. En la tranquera me detuvo. ¿Adónde va? No sé -le dije-. Simplemente fuera de aquí. Es la única manera de alcanzar mi meta. ¿Así que usted conoce su meta?, preguntó el sirviente. Sí -repliqué-. Se lo acabo de decir. Fuera de aquí. Esa es mi meta.
Franz Kafka
sábado, 16 de enero de 2010
Violeta de los Alpes
Andrea
viernes, 15 de enero de 2010
Sobrevivientes
Amor desnudo
L.
Días planos
jueves, 14 de enero de 2010
Taxi nocturno
L.
miércoles, 13 de enero de 2010
Las siete plagas de Haití
La pareja tiene explicación
El amor no tiene explicación
martes, 12 de enero de 2010
La única moral de un texto
domingo, 10 de enero de 2010
No debemos amargar a nadie
L.
sábado, 9 de enero de 2010
Bicicletas
L.
viernes, 8 de enero de 2010
La lista
Amores de verano
L.
jueves, 7 de enero de 2010
Gozar en soledad
miércoles, 6 de enero de 2010
Aunque no haya peces en el agua
lunes, 4 de enero de 2010
El Tao y las mujeres
La mujer tiene en la cama el poder de lo débil. Para el taoísmo lo débil (el agua blanda) termina venciendo a lo fuerte (la piedra dura). En la tradición popular china las mujeres se nutrían de la energía vital del hombre para convertirse en zorras o vampiros diabólicos. Esa visión demoníaca, luego superada, es de origen medieval. Según los manuales del Arte de la Alcoba el objetivo de la unión sexual es la obtención del máximo placer y que éste dure la mayor cantidad posible de tiempo. Uno de los primeros libros canónicos dice que el Emperador Amarillo (figura mítica de Oriente) tuvo 1.200 mujeres y se convirtió en inmortal. Pengzi -otro gran maestro del arte amatorio- vivió más de 800 años, tuvo diecinueve esposas y novecientas concubinas. Los taoístas consideraban la cópula como un excelente ejercicio gimnástico que vivifica los humores del cuerpo y ahuyenta las enfermedades. Y aunque el placer se gesta en pareja en ningún momento del coito se debe pensar en el otro. Para mejorar la circulación y evitar la frigidez la mujer debe tenderse de lado y doblar y levantar su pierna izquierda. El hombre se aproxima por detrás, apoyado en sus dos manos, y realiza seis series de nueve penetraciones, hecho lo cual debe detenerse. La mujer evitará el consumo de cereales y tendrá que alimentarse mucho de la energía vital del varón. Siguiendo esa dieta podrá ayunar durante diez días o más sin adelgazar. El matrimonio místico (interno) pretende elevar el sexo hasta más allá del nivel del cuerpo. El objetivo es realizar la perfecta unión entre materia y espíritu. Eso garantiza (siguiendo la visión del Tao) la libertad a través del amor. El hombre no puede vivir sin la mujer así como el cielo no puede separarse de la tierra.
El posteo precedente se basa en algunos conceptos del budismo zen elaborados por Ge Hong, patriarca y filósofo taoísta del siglo IV.