¿A quién se dirige un hombre que en la calle le dice a una mujer te chupo toda? ¿Cuál puede ser su goce al expresarse así con una completa desconocida? El malentendido es la esencia de la comunicación humana. No hay destinataria del mensaje varonil. Hay quizás masturbación linguística. El macho se dirige a un grupo demasiado amplio y difuso de hembras. Qué tetas. Qué culo. Nada personal. El piropo sigue de largo. No pide respuesta y marca un límite perfecto entre el decir y el hacer. El piropeador quiere discurso pero no acto. Si una mujer se detuviera, si se bajara la bombacha y dijera aquí estoy, hacé conmigo lo que quieras, el hombre saldría corriendo. Porque el macho que dijo te chupo toda está enamorado de su osadía y no del objeto que la detonó. La dueña del culo y las tetas es evidentemente una ficción gigantesca. Es todas las mujeres en una, o sea, ninguna. Los piropos descansan en la desintegración del cuerpo femenino. No se dirigen a personas sino al valor fetichista de las partes vistas como prótesis. El amor une los fragmentos. Es inclusivo, inespecífico, abarcador. El piropo callejero (en cambio) separa el conjunto de manera irremediable.
L.
Buenísimo esto que decis y cómo lo haces!
ResponderEliminargenial
e
Por fin un hombre (además del mío) qué piensa!! No podrías haberlo descripto mejor!!!
ResponderEliminarHay algunas mujeres a las que les gusta que les digan piropos. A mí no. Los considero muy agresivos, desagradables. Aunque después de leer este post pienso que reaccionar con placer o con odio a un piropo carece de sentido. Si es un mensaje hueco, la mejor respuesta será la indiferencia.
ResponderEliminarSaludos,
Rocío.
Creo que los piropos, ordinarios o no, cumplen también la función de levantar el autoestima. Reales o no, sinceros o no; a mí me gustan.
ResponderEliminarY más de una vez le he dicho algún piropo a un hombre.
De todos modos, coincido con el final del post: el amor une los fragmentos y eso es lo único que realmente abarca, halaga, incluye y es.
Considero un acto ruin el gritarle un piropo a una mujer. Es cierto lo que marcás, Luis. El hombre que se dirige de ese modo a una mujer lo hace sólo para sacar chapa de macho (?¿) y para ofenderla. No creo que sea para otra cosa.
ResponderEliminarabrazo.
Diego S.
También hay piropos de buen gusto y hasta simpáticos.Obvio que no recuerdo ninguno ahora,pero si tengo registro de verme sonreir ante alguna ocurrencia sutil y amable sin dejar de ser piropos y punto.
ResponderEliminarMariaRG
"el piropeador quiere discurso, no acto", casi diría que es lo que pueden soportar por la insoportable levedad del ser, la mayoría de los sujetos.
ResponderEliminarQue brillante razonamiento en esa prosa gigante!
el piropo tirado al azar, a alguna delumbrante mujer, para el individuo que piropea, es la unica forma de acrecamiento a ella. La unica forma de contacto, la manera de tenerla por lo menos un segundo, aunque sea verbalmente, auditivamente. Es una posesion banal, efimera e inexistente, pero en la fantasia masculina con eso basta.
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