La indudable practicidad de la pareja no se discute. Entre otras cosas sirve para no ir solos de vacaciones, para comentar el estado del tiempo, las contingencias laborales, la situación política y social. Novios o esposos pueden alquilar una película y verla juntos. O tener un hijo y festejar su cumpleaños en un salón alquilado. La pareja es un gran invento contra las ganas de matarse o ir de putas. Mejor casarse que arder, se resigna Pablo de Tarso en el Nuevo Testamento. Hay un solo problema. Con el tiempo la pareja se vuelve una sociedad anónima, una empresa de auxilios, una perfecta mierda. Si hay amor o algo parecido (en cambio) el lazo que se arma es imbatible. La magia sobrevive a las angustias y -si todo va bien- la barca de los sueños no se estrella contra la vida cotidiana.
L.
¿Mejor casarse que arder? ¿No será mejor arder que casarse? Hasta se ahorrarían los gastos de la fiesta de casamiento...
ResponderEliminarLuli
coincido con el punto del amor. Si hay amor, el lazo puede volverse imbatible.
ResponderEliminarEn cuanto a mi experiencia personal, estar en pareja me sirve para poder huir de las charlas sobre el clima, sobre política, el estado de la economía sólo para tener temas en común con alguien. Busco que la relación amorosa me proteja de todas las cosas que odio, me salve y me aleje (al menos por un rato) de las cosas que no me hacen bien.
Quizá por ese mismo motivo muchas veces salga lastimado. Pero sigo apostando a vivir el amor intensamente.
Muy buen post, realmente me conmovió.
Gracias Luis.
Diego S.
Si, si...arder con amor.Gran receta mágica.Eso sí, pocos son (somos) los elegidos.
ResponderEliminarBuen posteo!