El anciano de la tribu klamath modoc, el desanidador de pájaros, ya no corta el paso de las doncellas en el bosque. Sus lenguas vitales no ascienden al cielo. Sus flechas no dan en el blanco. El anciano de la tribu klamath modoc no mueve molinos ni hace viento con la boca. No empuja las barcas en el río. Las nueve musas no se acuestan ya con él. Su potencia ha decaído. También la de su pensamiento. También la de sus sueños. El anciano de la tribu klamath modoc, el desanidador de pájaros, sólo se acuesta hoy con la sabiduría. Pero es inútil. El goce no es igual. Esta mañana un niño lo ha descubierto. Y, aprovechando que lo vio dormido, le robó la pipa, la arrojó al fuego del tiempo y, una vez consumida, el anciano murió.
L.
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