jueves, 24 de febrero de 2011

La gran interrupción


El celular o móvil, como lo llaman en España, llegó para quedarse. Está en el baño, en el bar, en el hotel de paso, en las escuelas. Los brazos de todas las personas se doblaron para siempre. Una de las orejas ya no quedará nunca destapada. Las mujeres lo envuelven con los dedos como si se tratara de un miembro deseable. Los hombres sienten que el poder se asienta fuerte en el diminuto rectángulo. Hubo un tiempo que fue hermoso pero se terminó.
El celular -gran interrupción de la vida- llegó para quedarse.
L.

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