Los medios de desinformación masiva de este país están demasiado entretenidos como para ocuparse de las audiencias en donde varios represores están siendo juzgados por crímenes de lesa humanidad cometidos bajo la dictadura militar (1976-1983). Y sin embargo, aún silenciados por los principales diarios y canales, esos juicios se llevan adelante en los tribunales de Retiro. Ayer dio su testimonio Elena Alfaro (foto), quien a partir de abril de 1977, cuando todavía no había cumplido 25 años, estuvo secuestrada en El Vesubio, centro clandestino de detención manejado por hombres de Inteligencia, de la Policía Federal y el Ejército. Elena describió a sus increíblemente sádicos captores y torturadores como gente recta, de buena familia, muy asidua concurrente a la misa del domingo. Pedro Durán Saenz, jefe del campo y actualmente en libertad, es también un buen católico. El 20 de junio de 1977, antes de la misa, llevó personalmente a Elena Alfaro, embarazada de cuatro meses, al Regimiento de La Tablada y la violó con furia. Luego salió para cumplir con sus deberes familiares y cristianos dejándola amarrada a la cama. Desde allí volvió a ser trasladada a El Vesubio. Cabe recordar que en el lugar fueron exterminadas cerca de tres mil personas. Elena ofreció un amplio testimonio escuchado in situ, entre otros, por su violador. No hay mucho más que agregar.
L.
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