Elegir

Siempre se puede elegir. Nadie nos obliga. Podemos ir al el norte o al sur. Podemos no ir a ningún lado. Se puede callar o hablar a tiempo. No hay obediencia que valga. Podemos tolerar la injusticia o rechazarla hasta el fin. Aunque no sirva para nada podemos luchar. También podemos no hacer ni esto ni aquello. Viajar, amar, odiar, traicionar, ser fieles, no ser nada. Podemos siempre, o casi siempre, elegir. Y, luego, atenernos a las consecuencias.
L.