Jóvenes viejos

De paseo por Martínez (río, brisa, veleros, escotes, patos salvajes) veo grupos de jóvenes reunidos en ronda. Algunos toman mate. Otros con guitarra. Algunas parejas haciendo lo que suelen hacer las parejas. El grupo más cercano está compuesto por universitarios. Lindas, lindos, risas, armonía sutil entre cuerpos y paisaje. La cercanía permite oír las conversaciones. Precio de celulares, cuotas para viajes en avión o adquisición de propiedades, nuevos modelos de lapto y ipods, conveniencia de sacar tarjetas de débito. Me ubico en la otra punta donde una nueva ronda de chicos y chicas aborda interesantes asuntos. Costo de camisas marca Zara, ofertas en el shopping, cuotas mensuales en universidades privadas, autos nuevos y usados, también tarjetas, aunque esta vez de crédito. ¿En qué me equivoqué? ¿Había idealizado a los chicos y no tan chicos? Pensé que hablarían de música, política, arte, sexo, revoluciones, amor, cosas así. Pero no. Tarjetas de débito y de crédito. Jóvenes viejos y viejos reales (por ejemplo yo) que no entienden nada.
L.