domingo, 23 de octubre de 2011
El optimismo
A diferencia de la tristeza el optimismo está de moda y es bien visto por las agencias publicitarias. La cocacola destapa el éxtasis a cada instante. Hay que ponerle onda a la vida, reírse siempre incluso ante el cadáver destrozado de Khadafi o un bombardeo humanitario sobre poblaciones inermes. Que se jodan. Eso es cosa de amargados. Diversión todo el tiempo. Orgasmo sin caída. Ola de mar siempre espumosa como la cerveza que da alegría para todos. Leo en un libro de autoayuda un mensaje bien optimista. Por cada minuto de rabia te perdés sesenta segundos de alegría. Es cierto. Siempre podríamos estar peor. Debemos celebrar a toda costa. La experiencia interior no importa. Las farmacias del alma están cerradas para siempre. Igual el efecto de la droga, qué pena, dura poco. Lo ha dicho Chesterton mejor que yo. La humanidad sólo produce optimistas cuando ha dejado de producir seres felices.
L.
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