lunes, 24 de octubre de 2011

Escribir el sexo


No es fácil escribir sobre sexo. Quien lo probó lo sabe. Es difícil evitar los lugares comunes, encontrar el tono, dar con las palabras justas. A veces vagina está bien. Pero a veces no. A veces pene es mejor que pija pero a veces pija es mejor que pene. Pero ni siquiera acertar en ese punto garantiza nada. Muchas veces necesité la palabra concha más que los cigarrillos, escribió Cortázar cuando tocó el tema. Pero también juega el pudor. Y no siempre es necesario lo explícito. La palabra culo es perfecta. Pero en ocasiones quiebra la música. A veces el lenguaje se vuelve anatómico, infantil, médico, sórdido y excesivamente vulgar. La solución quizás sea tomar distancia y considerar que hablar de sexo es tan difícil o tan fácil como describir un paisaje o una escena común. No hace falta la solemnidad ni la brutalidad. Hace falta, apenas, precisión, verosimilitud, convicción, y, por encima de todo, buena escritura.
L.

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