domingo, 9 de octubre de 2011
Vida 3D
Tuve ayer mi primera vez en cine 3D. No tenía idea de lo que era hasta que vi la película de Wenders sobre Pina Bausch. En la entrada me dieron unos lentes raros y ligeramente oscuros. Pude ver que por momentos llueve fuerte en la sala, pude sentir las nalgas de una bailarina saliendo de la pantalla y frotarse blandamente contra mi boca, alcancé a leer los subtítulos en español como si avanzaran hacia mí junto a un tren colgado de un puente, una ola y las alas y el pico de una garza al borde del desmayo. Todo cercano y profundo. Todo en tres dimensiones. Pensé. Habría que repartir esos lentes en las esquinas. Su uso a partir de ahora debería ser obligatorio para todos. Ver por fin a nuestros semejantes como si estuvieran vivos, leer los diarios como si dijeran la verdad, observar la calle de siempre con asombro, sentir cada instante como si los minutos volaran hacia nosotros, como si hubiera un mundo real, gente real, dolores reales, alegrías que se abren a nosotros como olas y alas y picos de gaviota o garza. La vida 3D. Como si fuera, fuese o sería.
L.
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