domingo, 21 de febrero de 2010

Blues del que vuelve solo a casa


Anoche (tres de la mañana) miraba a un grupo de chicas que volvían de bailar. Hablaban entre ellas sin perder de vista la posible aparición del 29. A esa hora, en la avenida Libertador, encontrar un colectivo no es fácil. Paciencia. Hay que esperar. Las chicas (lindas, perfumadas, vestidas para matar) no parecían ni contentas ni tristes. Sólo un poco decepcionadas. Una buscaba monedas en la cartera, la otra recordaba que al día siguiente (hoy) tenía que estudiar para un examen, la tercera mataba un mosquito posado en una de sus manos. Se habían preparado para encontrar a alguien, enamorarse (por qué no) incluso tener sexo si los vientos ayudaban. Antes de salir se miraron largamente en el espejo del baño. Tal vez hasta le preguntaron a una amiga si el pelo caía bien sobre los hombros. O si la pollera no se pasaba de corta. Pero nada especial había pasado. Por suerte vino el 29 a rescatarlas y (para mejor) casi vacío. También ellas se sentían vacías. Terminaba la noche de un sábado más en la burbuja de Olivos. Y volvían solas a casa.
L.

5 comentarios:

  1. Quizá estaban empezando la noche.Es tan vacio el tiempo.Cómo tarda el 29 siempre!

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  2. Era sábado a la noche y había que salir si o si. Me gustó mucho el texto. Abrazo.

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  3. En otra parte de la ciudad una pareja tenía sexo urgente en el jardín de la casa casi en silencio para que los hijos no se despierten. Habían estado hablando y acariciándose por horas en el sillón del living hasta que se besaron largamente y se hizo imposible detener ese viven de los cuerpos cuando se encuentran. El viento acompañaba como una melodía pensada. Ella sonreía. Después entraron y siguieron hablando hasta el amanecer.
    e

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  4. No comparto la idea de es "sábado a la noche y hay que salir si o si" me parece una tontería eso. Muchas veces me quedé en casa un sábado y tuve el mejor de los domingos (esos que dicen, y a veces digo: uelen ser tristes).
    Algunas veces tuve esa sensación que dice el post de tanto "preparativo para nada" pero lo supe compensar focalizando la atención en la gente que me acompañó esa noche y no en la posible frustración de lo que sucedió o no. Cuando el vaso se está vaciando, hay que seguir viéndo lo lleno que tiene...o por lo menos, entender que es sólo el vaso de ese día, mañana cambiará...

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  5. Correcciones:
    "suelen ser tristes"

    y no comparto la postura del anónimo que firmó primero, con el texto estoy comparto la idea y lo que transmite.

    ann

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