Resulta cómodo enamorarse de lo imposible y lejano. Eso no es novedad para nadie. Lo posible se gasta y cuesta más. Supongo que a todos nos pasa. Nos afecta de algún modo en mayor o menor medida. El que está conforme con su vida o está loco o es imbécil. Por eso vamos al cine. O escribimos y damos vueltas en la cama. O soñamos con amantes que finalmente decepcionan. O buscamos en los libros la verdad que se deshace. O viajamos a cualquier lado como quien se salva o se mata. O pensamos que un cambio de trabajo, de pareja o de ciudad solucionará la angustia sin nombre que nos corre y nos corroe. Y encima la sensación constante de inutilidad de lo que hacemos. Y el pensamiento recurrente (estúpido) de que las cosas importantes suceden lejos, sí, en otra parte.
L.
L.
¿será porque la víspera se disfruta que conseguir lo buscado? tal vez.
ResponderEliminarLuis, muy buen post.
abrazo-
Diego S.
Es muy cierto. Es la eterna inconformidad del ser humano. Cuando uno consigue su sueño, por más alcanzable o inalcanzable que sea, ya pierde sentido. Siempre estamos pensando en lo que nos falta y no lo que tenemos.
ResponderEliminarPensamos que nuestra vida será mejor si cambiamos de trabajo, si tenemos un auto nuevo. En fin... nunca estamos felices
Saludos Anabella
Corrijo: La víspera se disfruta más que el sueño alcanzado.
ResponderEliminarslds.
Diego.
Disfruté mucho este texto, Luis. Coincido. Lo inalcanzable; parece que no podemos vivir sin ello. Abrazo.
ResponderEliminarDice Bataille: La muerte y el deseo son los únicos que poseen la fuerza que oprime, que corta la respiración; sólo el exceso de deseo y de muerte permiten alcanzar la verdad.
ResponderEliminarY el deseo, es el deseo de lo imposible.
Rocío.
Sigo pensando que un cambio de trabajo puede ser una buena opción y que el cambio de ciudad aunque sé que no es solución (a las inquietudes), quiero pensar que sí. Hay cosas que así son, o suceden de cualquier forma. Y debemos estar abiertos a ellas.
ResponderEliminarVera, de Tijuana, México.
Cobardía infita, decimos que todo tiempo pasado fue mejor, que el futuro promete; que la luna crece, mengua. Y es eso, disfrutamos del sol y la noche, y de cuando en cuando advertimos las ventajas de un lado, olvidamos las del otro.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el texto... A veces creo que somos insoportables...
ResponderEliminarLa intención del post está lejos de constituir una crítica del comportamiento social como sugieren algunos comentarios. Es apenas la constatación de cierta inclinación humana a lo imposible, lejano e inalcanzable. Eso no es bueno ni malo. Es un problema a dilucidar. Para soportar la vida debemos aceptar los límites que la vida impone. Pero a la vez no aceptarlos, es decir, empujarlos al máximo a fin de no adaptarnos y menos aún conformarnos con lo que está.
ResponderEliminarL.
Veo una diferencia entre aceptar y conformarse. La aceptación de lo que la vida impone puede ser usada como excusa para evitar cambios y derivar en la conformidad pero tambien puede ser el piso donde apoyarse hoy para estirarse y tratar de alcanzar aquello que aún lejano y esquivo mueve nuestro deseo. La conformidad encierra inacción la aceptación deja abierta la puerta para evitarla.Creo que hay que hacer pie en algún lugar para poder estirarse siempre un poco más allá.
ResponderEliminarGraciela B
Lo posible cobra vida, sólo cuando sabemos que camina de la mano de lo imposible.
ResponderEliminarSi alcanzara, no habría motor para buscar.
Siempre interesante, Maestro!
El amor en cualquiera de sus formas siempre incomoda, provoca ese estado de desnudez del cuerpo, del alma y de la memoria (en gente que ha vivido mucho). Carencia. Descubrimiento.
ResponderEliminarEs un desafío vivirlo y encontrarse con uno dividido en dos que a su vez hacen uno, solo, único, irrepetible, compuesto de dos (con suerte) mitades.
El amor si es amor es abismal.
La angustia sin nombre que corroe es un problema de ser humano en soledad, no tiene que ver con ningún otro.
Es una trampa creer que la pareja (entendiéndola como consecuencia feliz del amor), el éxito alcanzado o cualquier ciudad del mundo puedan borrar, ni explicar esa angustia que corroe, una pérdida de tiempo en el camino de la persona que busca conocerse.
No estoy conforme con el mundo pero si estoy conforme con mi vida (que admite errores). ¿Será por eso que a veces me siento una imbésil?
Saluti,
e