¿Habrá lugar para el canto en los tiempos oscuros? La pregunta la hizo el poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht en días especialmente sombríos. También Suspendelviaje está atravesado por esa duda algo más que existencial. A veces sentimos una culpa legítima por no hablar acá de las tragedias sociales y políticas. Casi mil muertos en Chile, probables tsunamis en el Pacífico, terrorismo de Estado, pobreza institucionalizada, discriminación, injusticia grave incluso en aquellos sitios que defendíamos en nombre de la utopía o los ideales de un mundo mejor. Nos consolamos pensando que los diarios y la tele se ocupan ya de esos temas. Se dedican ahora a contar muertos como si fuese una nueva diversión. Nosotros no nos conformamos. ¿Qué debemos o deberíamos hacer? ¿Qué cosa sirve y cuál no? ¿Con qué derecho podemos hablar de orgasmos mientras el mundo se viene abajo? ¿Y a quién le importa lo que diga un blog casi invisible como éste? Un hombre tiembra de frío, tose, escupe sangre (dice Vallejo en Poemas Humanos), ¿Cómo escribir después del infinito? Por ahora sólo preguntas y desconcierto.
Andrea y Luis
No sé bien cuál es la tarea que "debe" cumplir un blog, pero me parece que acá se estuvo reflejando lo que ustedes consideran "atractivo" en amplios sentidos, desde las inquietudes intrínsicas de la pareja hasta las reflexiones de Haití.
ResponderEliminarAlgunas cosas quizás requieren de mayor tiempo para salir a la luz, como lo que ustedes tengan entre líneas sobre la tragedia de Chile. Prefiero blogs que no trabajan con la inmediatez rigurosa de la agencia de noticias, prefiero estos blogs en los que se piensa y se escribe cada idea a conciencia.
No hay cosas que sirvan o no, creo que este es un espacio de creación constante y no necesita detenerse.
Para finalizar, creo que el derecho por el cual hablamos de orgamos y no del mundo que se viene abajo es porque quizás, "los orgamos", "las ciento trece puñaladas", "lo único verdadero" y "eclipse de mar"-por nombrar algunos textos- son aquellos que nos darán un salto a pensar otras cosas, ni mejores ni peores, pero distintas. El mundo se empezará a salvar cuando cambiemos la mentalidad, las manías y los prejuicios, cosa que a mi entender hace este blog, que además, no se acerca ni a lo casi y menos a lo invisible.
Besos
Cuesta pensar que en un mundo tan convulsionado, uno pueda levantarse y en vez de encender el televisor, se prepare unos mates y piense en actualizar su blog...
ResponderEliminarMi escritura nunca se sintió tan inútil, pensar qué hacer para y por el mundo, está más allá de mi ingenio. Todo es insuficiente, es una pretensión demasiado elevada. Y en mi caso, ni siquiera lo pretendo.
ResponderEliminarPensando, escribiendo acerca del mundo caído, soy pura palabrería.
J.
Nunca me convencieron los relatos de protesta; desconfío del autor y sus intereses. Este no es el caso. No puedo excusarme en ello. Sin embargo, la mal llamada cuestión social escapa a mi intelecto. Las palabras no alcanzan para endulzar la realidad, tampoco para enmendarla. Igualmente agradezco que escriban sobre eso. Intentaré pensar, ¿hacer? Ahora me imagino a mi madre diciéndome: "antes de hablar de los pobres aprendé a lavarte el culo".
ResponderEliminarJ.
Yo creo que Suspendelviaje va más que bien, con un poco de todo...Pero siempre moviendo visceras , siempre con un elemento sorpresa, con historias entre líneas...de repente nos dan un paseo por la montaña del orgasmo e inmediatamente después nos ponen frente a la cara la desgracia. Acá lo que importa es la sinceridad y lo comprometido de lo que sea que elijan como tema, sean tetas, saliva, humedad, muertos, sobrevivientes, injusticia y violencia. No inclinen el barco para un lado que se puede hundir. La vida es así independientemente del blog, los jovenes tienen sexo anal para no perder la virginidad vaginal (¿se vale eso?), hay encarcelados inocentes... Y siempre existen quienes se enteran y quienes no. Cada quien decide qué tipo de clavado se echa a la realidad, si la contempla desde la superficie o voltea para otro lado.
ResponderEliminarVera, desde Tijuana. México.
Todos los países debieran tener terremotos. Gracias al reciente, se descubrió en la Región de Valparaíso en una copa de agua (no ese tipo de copa, este es el tipo que sirve de estanque o reservorio) el cuerpo de un joven desparecido luego de salir de una discotheque. También apareció el cuerpo de una niña de seis meses, enterrado a comienzos de siglo en la pared de adobe de una casa de campo. Los chilenos por unos días nos descubrimos los unos a los otros y conversamos con los vecinos en el ascensor. Continuamos dándonos cuenta con cada réplica que nuestra seguridad era un espejismo, que todo puede cambiar en un segundo y dejarnos aullando de dolor como un cachorro herido. Se nos movió el piso de la certidumbre, tocamos fondo y descubrimos más de una verdad.
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