Dijo Martín Caparrós (entrevistado por el diario La Nación) que la ecología es un tema light, que jamás puede ser bandera de la izquierda, que, al contrario, es la forma más cool del conservadurismo, y que el miedo al calentamiento global es uno de los grandes negocios del futuro. Lo que importa (advirtió) es la injusticia y la pobreza. No tengo nada contra Caparrós. Al contrario. Lo considero un gran trabajador, por momentos brillante. Pero eso no lo habilita a ignorar el lazo visceral que existe entre la miseria y el medio ambiente amenazado. Los desposeídos son las primeras víctimas del desastre. Si alguien se dice revolucionario debería alzar bien alto la bandera cool de la ecología y la defensa radical de la naturaleza acorralada. En la ex Unión Soviética ya desapareció el Mar de Aral. Eso trajo como consecuencia la pérdida de millares de empleos, la difusión del cáncer y todo tipo de enfermedades respiratorias en la población de Uzbekistán. El lugar con mayor mortalidad infantil de la Argentina se llama Susques y queda en medio de la puna jujeña. La causa del problema no es en este caso la pobreza sino la falta de alimento para el ganado. También el cambio en la alimentación ancestral (quinua) tras la llegada de comidas enlatadas y precocidas. Esto es fruto del invasivo tráfico mercantil que abrió el cercano paso fronterizo de Jama. Campesinos de quince países se quedaron sin cosechas por las sequías. Cientos de islas están desapareciendo como resultado del derretimiento de los casquetes polares. Eso ha dejado sin casa y sin trabajo a los eternos desheredados de la tierra. La humanidad debería luchar con más firmeza en defensa del medio ambiente bombardeado.
L.
L.
Estados Unidos se niega a firmar el protocolo de Kyoto. Si ese documento se aplicara bajarían a la mitad las emisiones de dióxido de carbono para 2012. Eso bajaría en dos grados el calentamiento y evitaría trastornos que afectarán seriamente a todos, a los pobres en primer lugar. Creo que nos estamos hundiendo y que, si seguimos así, los mayas habrán tenido razón. Gracias por el post.
ResponderEliminarEliana
Coincido plenamente con lo expresado en este post. Los que más se perjudican con la contaminación son las personas de escasos recursos. Acá en Colombia han sucedido una serie de tragedias ambientales que así lo demuestran. Hace unos años se construyó una carretera que une las ciudades de Santa Marta y Cartagena. Esa obra impidió que el agua salada del mar se mezclara con el agua dulce de la ciénaga, acabando con el ecosistema en donde se reproduce la mayor cantidad de peces: los manglares. Cientos de pescadores perdieron su fuente de sustento para siempre. Así que la defensa del medio ambiente no es una causa light... o lo es para quien nunca ha conocido de cerca la pobreza.
ResponderEliminarSaludos,
María Lucía (Riohacha, Colombia)
Comparto todo lo dicho, lo único que tal vez sea oportuno decir, que hace un par de días en Critica de Argentina dijo que lo publicado en La Nación no se ajusta a sus dichos y que está tan editado y comprimido que uno puede entender cualquier cosa.
ResponderEliminarCreo que es muy importante difundir con claridad la importancia que tiene la ecología y alertar sobre los desastres que está produciendo el calentamiento del planeta. Gracias por la información y poner la mirada sobre un tema que nos necesita a todos con mente abierta y dispuestos a hacernos cargo de los cambios que debamos hacer para que nuestro planeta sea un lugar para todos.
ResponderEliminarGraciela B
Caparrós habla muy bien inglés.Un acento casi perfecto.¿Será por eso que utiliza la palabra light?
ResponderEliminarM RG
Hace poco estuve en Teotihuacan, México. La aridez y el polvo cubren como una manta opaca. Gris tierra, piedra sobre piedra. En la cima de la pirámide del sol mi hijo de seis años dijo basta de caminar -son distancias extenuantes, es verdad-. Si Teotihuacan fuera yanki tendría un trencito para trasladar a los turistas de un lugar a otro. Quizás también agregarían baños y seguramente optimizarían el espacio frente a la pirámide de la luna para ofrecer un lujoso show azteca. Si Teotihuacan fuera yanki se convertiría en entretenimiento informativo. Intentarían quebrar el silencio seco de polvo, reemplazarían el silbido de la inmensidad por música, anuncios y colores. Si Teotihuacan fuera yanki disimularían la ausencia de eco para que nosotros, visitantes, no nos sintamos tan nada.
ResponderEliminarJéssica
Jéssica...muy hermoso lo que escribiste arriba de Teotihuacan. A partir de ahora vamos a considerarte coautora de Suspendelviaje. Un beso grande. Andrea y Luis.
ResponderEliminarBueno gracias. Estaré encantada de participar.
ResponderEliminarUn beso, Jéssica.