Se atribuye a la antigua civilización maya el lanzamiento de una espectacular profecía según la cual el 22 de diciembre de 2012 se terminará el mundo. El sol recibirá un rayo verde (o blanco) desde el centro de la galaxia. A partir de ahí comenzará un nuevo ciclo. Los promotores del curioso anticipo aseguran que luego del desastre empezará una etapa lindísima. Lo que no pude averiguar es qué va a pasar a partir de ese día con la gente, las librerías, los tomates perita, el asado y la última película de Penélope Cruz. Sea cual sea la respuesta no veo motivos de preocupación. El capitalismo salvaje se está ocupando de llevar adelante la profecía maya con éxito y sin ayuda del dios Tlaloc. El cambio climático hace estragos, la miseria crece a niveles jamás conocidos, desaparecen los bosques y las selvas, las guerras se disparan en todas direcciones y, en general, asistimos a la mayor paradoja universal. El sistema imperante no puede conocer sin poseer y no puede poseer sin destruir.
L.
Los mayas no se equivocaron. Por algo desaparecieron antes de que llegaran los españoles. Es así. Los humanos no podemos conocer sin poseer y tampoco poseer sin destruir. Buen post, Luis.
ResponderEliminarMauro