Un objeto bien mirado puede llegar a convertirse en otra cosa. Nos da la impresión de que nunca lo habíamos visto antes o que lo estamos descubriendo por primera vez. Es célebre la indicación de Flaubert a uno de sus alumnos. Descríbame ese árbol hasta que deje de ser árbol, le decía. Pavese -el escritor italiano- sostenía que cualquier cosa mirada con inusual atención se transfigura casi por completo. Eso explica la existencia de ciertas parejas anormales (raras) para los demás. O porque sus integrantes son de contextura física distinta. O porque los separan muchos años. O porque ella estudia Historia en Puán y él es plomero en Martínez. Parecen parejas imposibles para el ojo programado y enfermo de la sociedad. Lo que pasa es que esa mujer y ese hombre se miraron sin anteojeras durante un largo tiempo. Como resultado de una observación tan cuidadosa se han visto interesantes (únicos) y hasta se enamoraron sin pensar en los demás. Juntos componen la versión más reciente de Romeo y Julieta. Pero solo ellos lo saben.
L.
"Te amaré sin importar las diferencias", "así vivamos debajo de un puente, te amaré", "nada importa, mientras estemos juntos". ¿De eso no hablan las canciones de amor? Creo que los amores entre personas "diferentes" son los que más se idealizan. Pero ver a alguien por primera vez, darse cuenta de quien es sin importar lo que digan los demás, es peligroso. Mejor un amor cómodo, simple. Un amor que no sea amor.
ResponderEliminarLaura