lunes, 10 de octubre de 2011
Inutilidad de la pareja
Vivir en pareja es inútil. Lo es a no ser que el amor sexual y espiritual entre dos personas se origine en el miedo a morir solos o en la necesidad de compañía. Sólo pensar en eso da náuseas. Vivir en pareja es inútil como proyecto pero necesario a veces como estímulo, como espacio de tranquilidad, como puente, como lugar de intercambio. En pareja se tienen ganas de hacer cosas que en soledad cuestan más. Entre dos que se aman se duerme mejor. Y hasta el despertar es, también, un buen momento. Ella le cuenta a él lo que soñó. El hace lo propio y se proponen interpretaciones absurdas de esos sueños. También es posible quitarse la ropa sin que eso signifique algo demasiado especial. En pareja se dicen cosas tontas pero interesantes como, por ejemplo, si tuviéramos dos hijos los llamaríamos Ernesto y Ana, ¿te parece? O, ¿y si viajáramos a Valeria del Mar el próximo fin de semana? Se dicen cosas así y se hacen muchas otras tan banales y estúpidas como esenciales. Vivir en pareja es inútil pero tiene encanto. Es muy lindo sentir que el barco avanza de a dos generando una rara mezcla de vida y alegría.
L.
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