jueves, 6 de octubre de 2011
La foto
Una foto es buen sitio donde pasar la noche. Ella se descalzó para sentir el agua con los pies. Antes, creo, se había sujetado el pelo con una cinta. Yo permanecí atrás cuando decidí buscarla con el visor. Todavía me duele su cuello. Todavía no entiendo bien lo que pasó. De pronto una gaviota empezó a disputarle espacio al viento. Yo disparé, se escuchó clic, y alguna cosa se imprimió para siempre en algún lado. Ahora miro la foto en la pared. Decir esto ha sido es decir ya no será. Cuando bajamos a la playa dibujamos algo en la arena. Al día siguiente no quedaban rastros del acontecimiento. Anoche no pude dormir. Y no hay nada que agregar. La historia, si es que hubo historia, empezó cuando ella y yo estábamos descalzos, sin planes, dejándonos llevar y traer por la marea. El resplandor finalmente se produjo. Pero los pactos no eran su destino.
L.
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