En estos días todo el viento del mundo sopla en tu dirección. Es algo que dice Silvio Rodríguez en un tema de otros tiempos. Pero no pienso en eso ahora. Pienso en estos días de felicidad obligatoria donde la hipocresía habitual llega a extremos nunca vistos. Diciembre. No es que me desagrade la celebración. Al contrario. Me encanta celebrar cualquier cosa. Ni siquiera excusas hacen falta para eso. No me gusta la histeria del consumo. Eso no. Tampoco las familias que se juntan por obligación. Eso tampoco. No me gusta la alegría impostada. Ni eso ni lo otro. Me gusta el encuentro. Eso sí. Me gusta el mar y me gustan las playas desiertas donde aún no suenan celulares. Me gusta Silvio Rodríguez también.
Ay de estos días terribles / Ay de lo indescriptible.
L.
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