miércoles, 20 de octubre de 2010

Alucinaciones


Con no poca frecuencia una persona equis me escribe diciendo que le encanta escribir, que la poesía, la narrativa o la escritura en general es su "asignatura pendiente", que necesitaría algún tipo de guía de mi parte para cristalizar el deseo. Todo sigue bien hasta que de pronto digo de acuerdo, le propongo a la persona equis que me envié algunos textos y que empecemos a trabajar, no sé, el martes próximo. Es suficiente que diga esas palabras mágicas para que la persona equis se borre definitivamente. Ocurre con no poca frecuencia. El placer de alucinar es más fuerte que el de concretar. Sucede también en el amor, el trabajo, el estudio, la vida.
L.

3 comentarios:

  1. Yo por eso no te pediré ayuda hasta que tenga algo que mandar.

    ja ja.

    ¡Qué magnífico la paso por aquí!

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  2. es bueno sumergirse un rato en tu blog, Luis

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  3. es una tentación alucinar pero es recomendable mantener el alucine en lo interior, disfrutarlo casi en silencio, jugar un poco pero con cautela para mantenerlo siempre en ese nivel previo-límite de la realidad.
    Porque es muy fácil pasar a que nos alucinen por andar alucinando.

    Lucina, digo Vera

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