lunes, 25 de octubre de 2010

Vivir sin absolutos


La distancia entre sueño y realidad es enorme. En ese desajuste anida el motor de nuestra angustia vital. Cada cual configura su vida en base a un ideal que alimenta desde la religión, el arte, el deporte, la política o el consumo. También desde raros mandatos que la familia impone. El paso del tiempo, sin embargo, vuelve todo a su lugar. Tarde o temprano descubrimos que la utopía sirve apenas como impulso (horizonte) pero no como territorio. Quisiéramos vivir en el país de nunca jamás pero acabamos viviendo en el de siempre. Tarde o temprano aprendemos a vivir sin absolutos.
L.

2 comentarios:

  1. No creo que podamos vivir sin valores absolutos. Los valores relativos pueden llevar a la mediocridad.
    Mauro S.

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  2. Me gusta mucho la idea del desajuste como motor de nuestra angustia vital. Desde mi visión alienta la acción . El vivir sin absolutos no es para mí un modo de relativizar valores sino de aceptar los opuestos y estar abiertos al destino.
    Graciela B

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