miércoles, 13 de octubre de 2010

La sed


Se dice del río que es turbulento. ¿Nadie se pregunta por el lecho que lo oprime? De un hombre se comenta que es mujeriego, loco, brutal. ¿Alguien se interrogó por la vida que lleva? Dicen de aquella mujer que es guarra, puta y mala madre. ¿No estará desesperada? Se habla demasiado del bebedor. Dicen que es un borracho incurable.
¿No habrá alguien dispuesto a pensar en su sed?
L.

4 comentarios:

  1. Buen punto. Es más cómodo calificar a alguien (y meterlo adentro de un grupo "tóxico") que analizar quién es o qué le pasa.
    Ludmila

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  2. Quizás ese juzgamiento oculte el temor a ser uno mismo el mujeriego, la puta o el borracho. Cualquier análisis profundo conduciría a la terrible conclusión de que lo que le sucede a una persona le puede suceder a todas y que nadie está excento a caer... aunque la idea de caer también ofrece múltiples interprestaciones.

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  3. Lo que me gusta de las palabras es esa capacidad de que tienen de convertirse en melodía, imagen, olor. Como esa primera frase: " se dice del rio..."
    Puta, borracho, mujeriego; estigmas de una sociedad que se niega a evolucionar. Loco, mala madre, drogadicto, victimas de la ignorancia generalizada. Y no es un tema menor, son las ideas que construyen sociedades peligrosas como trampas.
    Saluti a tutti
    e

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  4. Justamente porque siempre tengo en cuenta que la realidad es también la cara oculta de la luna es que un grupo de escritores rosarinos publicaremos en breve "El otro lado de las cosas" Además parece que a la mitad de la humanidad le gusta hablar mal de la otra mitad

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