miércoles, 13 de octubre de 2010

Elogio de la superficie


Solemos no considerar debidamente la importancia de la superficie. Y eso que, salvo muy raras excepciones, nuestros días transcurren en la cresta de la ola o en la capa superior de todos los instantes. Ahora es distinto. Ahora podemos imaginar qué cosa puede ser una vida bajo tierra. Ahora aprendimos a valorizar la piel del mundo.
Nos gustaba ser profundos. Ahora preferimos ser superficiales.
L.

2 comentarios:

  1. Me gusta le lectura diversa y original q hace este blog del rescate (¿mediático?) de los mineros en Chile.
    M.

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  2. Hay superficies y superficies. Depende de qué las sustenta. La mina de Atacama sólo podía dar oro y cobre. Hoy guarda historias. Ya no será sólo una mina. La piel del mundo se nutre de lo oculto. Tal vez surja una nueva forma de valorar lo visible y no agotar en lo evidente el significado. Recuerdo a Bernárdez cuando decía en su soneto: "...al final de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado."
    Graciela B

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