viernes, 22 de octubre de 2010

La voz


Hay una voz interna o externa que insiste en decirnos algo. No queremos oírla así como nos negamos a ver ciertas cosas. Pero la voz insiste, grita, aparece en sueños, aturde, estalla como una ola echando abajo las paredes. Maldita ola. Malditas paredes. Tarde o temprano, aún así, debemos frenar y escuchar la voz prohibida.
Los oídos no tienen párpados, dice Freud.
L.

1 comentario:

  1. Nunca lo habìa pensado... Los ojos nos permiten filtrar cosas...Pero con los oídos no hay manera...Tarde o temprano hay que oír.
    Dani

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