Se supone que en Navidad el mundo celebra el nacimiento de Jesús. Es verdad que una lectura atenta de documentos específicos arroja dudas sobre la fecha exacta (la Biblia no aclara el punto), el nombre y hasta la existencia del cumpleañero. Admitamos que Cristo es una figura de la que poco se sabe y que, según la broma reiterada, jamás publicó un libro. Las enseñanzas del Hijo del Hombre se reducen a unas pocas aunque significativas parábolas que se transmitieron oralmente. También existieron gestos enigmáticos. El episodio más extraño que ha protagonizado lo comenta Juan en su Evangelio (8,1-8). Luego del incidente de la mujer adúltera Jesús se inclinó y escribió con un dedo, o un palito, unas palabras en la arena. No hay pruebas de que el profeta supiera escribir. El maestro de Galilea, de origen campesino, era quizás un iletrado. Tampoco existen datos sobre el misterioso pasaje que anotó para luego borrarlo de inmediato. Qué pena. Si el mensaje cifrado hubiese llegado hasta nosotros nada o casi nada sería igual en esta tierra.
L.
¡Qué misterio! ¡Y qué linda historia! Pero es mejor que todo quede en el enigma... y que cada cual imagine lo que decía el mensaje borrado.
ResponderEliminarludmila
Si Jesús resucitara (otra vez) y viese lo que hicieron en su nombre, diría: Yo no soy cristiano, rabí.
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