El amor es una de las invenciones históricas más extraordinarias. Desde su origen la idea amorosa estuvo ligada a la transgresión, a la violacion de jerarquías sociales y, luego, a la grave institucion matrimonial. La errónea identificación entre amor y matrimonio es algo más bien reciente y de consecuencias por lo general funestas. Poesía y amor niegan al matrimonio y a los linajes de raza o clase. El amor es una extraña combinación de libertad y fatalidad. Su poder es capaz de paralizar nuestra voluntad y aún la inteligencia. Podemos enamorarnos de un ser indigno y perverso, lo cual confirma, para escándalo de Platón y sus discípulos, el problema de la existencia del mal y la terrible atracción que lo oscuro genera en tanta gente. ¿Amamos también nuestra perdición? El amor que nos libera deja de ser un mero conocimiento de "algo nuevo" para convertirse, mejor, en reconocimiento. Igualmente nos enfrenta a un enigma pavoroso. Cualquier amor -dice Pavese- revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada.
L.
Espero con ansias el día en que la idea de amor como sinónimo de matrimonio triunfe y se imponga la verdadera naturaleza de ese -por llamarlo de algún modo- sentimiento. Con todas sus contradicciones, idas y vueltas, ambigüedades. El amor es, sin duda alguna, complejo. Se pueden establecer algunas reglas generales y sin embargo no hay nada que nos haga sentir más únicos que el hecho de amar.
ResponderEliminarMargot.