jueves, 16 de diciembre de 2010

En la playa

El cuerpo humano empezó a desaparecer casi al mismo tiempo en que apareció. Primero fueron puestos a resguardo los genitales con hojas de parra o lo que fuera. Después fue el turno de todo lo demás. Ayer, cinco de la tarde, varios chicos de entre tres y cuatro años corrían desnudos en una de las tantas playas de la costa argentina. Nadie parecía molesto por el espectáculo. Total son niños, es decir, inocentes de pecado y culpa. La costumbre podría extenderse a los adultos sin que entren en juego estéticas, clases de moral y filosofías nudistas. Pero para eso falta...y mucho.
L.

1 comentario:

  1. lo q pasa es q ya no podemos recuperar esa inocencia...pero sería tan lindo!!!!
    silvi

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