La idea de año que termina, cualquier cosa que termina, tiene su encanto. Porque de inmediato vienen la palabra cambio y la palabra renovación. Termina un año, un viaje, un amor, un ciclo más de la naturaleza. Pero dado que el tiempo es una abstracción no puede haber, no hay, final posible. Lo más hermoso del mundo, siempre, es comenzar. Y todo está empezando a cada instante.
Y hasta el mar, que es viejo, recomienza.
L.
En otra noche de desvelo (hace mucho no sufria una), releeo los textos y cada tanto, como este blog y como en mis pensamientos vuelve la idea del mar...pronto contemplaré esos placeres...en mi mente, imaginando o simplemente yendo al choque de las olas y mi cuerpo...
ResponderEliminarAP.