lunes, 27 de diciembre de 2010

El problema del deseo


El problema del deseo no está en las dificultades que impiden alcanzarlo. Poco importan las circunstancias, las piedras en el camino, el viento, el calor y las inundaciones. Tarde o temprano el sueño se realiza. El problema es que una vez conquistado el objeto del deseo nace con frecuencia el desencanto. No debemos enojarnos con la suerte, entonces, sino con nuestro propio deseo.
L.

3 comentarios:

  1. El enojo proviene más bien de que ningún deseo se realiza absolutamente. El desencanto se origina no tanto con lo deseado sino con ese "resto" que le falta para que nos guste por completo. Por eso el consumismo, como la pasión sexual, no tienen solución. El cuerpo demanda mucho más de lo que la oferta puede ofrecernos. Muy buen blog.
    Giralt Judt

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  2. pinche deseo

    y qué con quienes no tienen deseos?

    tener una muerte tranquila es un deseo? ya de vieja y todavía pensando "ya aunque sea. lo único que quisiera es morir durmiendo" (las últimas voluntades son deseos también)



    blu e confundida .

    cuando leo suspende debo solo de leer suspende y no combinarlo con otras debilidades .

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  3. creo que no hace falta enojarse, sino saber que el desencanto es parte del deseo,
    e

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