Colombia es un país de silencios, ocultamientos, violencia y una tragedia infinita. En la Argentina, España y otros países se sabe poco al respecto. Días pasados la fiscalía reveló en Bogotá unas pocas cifras ilustrativas. Desde 2005 a 2010 han sido asesinadas allí más de 127 mil personas. El número de desaparecidos supera las 34 mil víctimas. Esto ocurrió bajo el gobierno saliente de Uribe. En aquel tiempo el actual presidente, Juan Manuel Santos, era ministro de Defensa. Las cifras superan las muertes por guerra partidista en 30 años de historia colombiana. No obstante la opinión pública -también muchos periodistas- asocia a Colombia apenas con el café, el Caribe, el narcotráfico y la telenovela Sin tetas no hay paraíso. Se ignora también un sistema de dominio patriarcal en el plano familiar y una simulación generalizada que mitiga en parte el desastre de un país donde los ríos tienen más cadáveres que agua, peces y algas.
L.
L.
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