miércoles, 26 de enero de 2011

Gente tóxica


La gente simple se protege pensando que el mundo está lleno de gente complicada, rara, de la que conviene tomar distancia. Explotando esa nueva ilusión un tal Bernardo Stamateas, pastor de pocas luces pero mucha astucia comercial, escribió Gente tóxica, un libro que vendió miles y miles de ejemplares entre la gente autodenominada sencilla. La tesis del libro es tan rudimentaria que ni siquiera hace falta exponerla en detalle. Alcanza con leer distraídamente la tapa y la contratapa. Podría resumirse del siguiente modo. Hay gente densa, insana, tóxica, sombría, que nos hace mal. Por tal motivo no debemos acercarnos a ese grupo. Pero por suerte, también, hay gente linda, simple, sin complicaciones, gente buena de alma y corazón, de la cual sólo podemos esperar buenas energías. Un poco tarde la gente simple descubre que la división es falaz, que no existe ni la sencillez ni la complicación, que sólo hay hombres, mujeres, plantas y animales...y que no debemos culpar a los de afuera, puros o impuros, por nuestro vacío interior.
L.

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