A veces las sobras nos salvan. Lo que quedó de anoche se convierte en el almuerzo o la cena de hoy. Y así con todo. Este blog se escribe con los restos de cosas vividas, sufridas, gozadas y leídas. Eso que parecía inútil se convierte aquí en algo. Trabajar con los restos. Hacer vida con ellos. Lo que sobró de un amor o un desamor va a parar a algún lado. La idea inacabada se completa luego. Las ruinas del castillo guardan besos de princesas olvidadas. Las demoliciones dejan esparcidas algunas piedras en el suelo. Con ellas podemos jugar un rato. O al menos arrojarlas a un río. No despreciar el sobrante. Utilizarlo. Lo que queda es con lo que empiezas.
L.
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