Una carta olvidada

Me pregunto dónde estás ahora y con quién. Sé que no soy original al dejarme llevar por la curiosidad morbosa de un ex amante resentido. Me han dicho que te vieron en La Paz, en Lima o San José de Costa Rica. No puedo confirmarlo.Tal vez en un tren de carga o colgada de un camión rumbo a las islas del Sol y de la Luna. Acabás de conocer a un dios con mochila de esos que siempre te gustaron. Quizás lo estés besando ahora o duermas con él, mañana, en un hotel de paso. Quizás nada de eso esté ocurriendo. Yo casi no salgo. Las novedades dejaron de importarme. Hasta me fastidia la idea de probar un gusto de helado diferente al de siempre. Cualquier cambio hiere al corazón. Si de nuevo estuvieras aquí sería rutinario a niveles enfermizos. Un místico. Un monje loco y consagrado. ¿Pero qué mujer le pediría a un hombre una entrega tan completa y absoluta?

L.