Cuenta James Frazer que los pueblos primitivos de casi todo el mundo creían en la influencia del coito para acelerar el crecimiento de árboles y plantas. Esa creencia es conocida como magia homeopática o imitativa. Aún hoy, durante la época en que está a punto la florescencia del arroz en Java, el campesino y su mujer visitan el arrozal por la noche y ahí mismo se entregan a la cópula con la idea de promover el desarrollo de las mieses. Cuatro días antes de sembrar -por su parte- los indios pipiles de América Central se mantienen apartados de sus mujeres con el plan de ejecutar el acto sexual en el mismo instante en que las primeras semillas se depositan en la tierra. Imposible saber si el sistema es eficaz. Pero no hay dudas acerca de la bondad del procedimiento.
L.
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