Benedicto XVI, el papa que hace unas semanas mantuvo la prohibición total de los preservativos -con generosa excepción para las prostitutas- arremete ahora contra la educación sexual. Dice Ratzinger que los contenidos de esa disciplina "reflejan una antropología contraria a la fe y la recta razón". Se quedó corto. No sólo la educación sexual es perniciosa sino la educación en general. Toda escuela digna de ese nombre es contraria a la recta razón. Por eso la Inquisición quemó vivo a Giordano Bruno (mártir de las ideas heliocéntricas en el siglo XVI) y casi repite la proeza con Galileo Galilei. Mejor ampararse en la fe. Mejor no saber nada de nada.
L.
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