Los diarios íntimos no están de moda. Eran más frecuentes cien o doscientos años atrás. Ahora las intimidades se vuelcan en facebook o en twitter. Dicen que los diarios personales son cosa de mujeres. Es posible. Los hombres somos, en casi todo, hacia afuera. Y las mujeres son, en casi todo, hacia adentro. Componer un diario íntimo es dibujar un mapa virtual de la vida interior. En tal caso los textos clandestinos probarían la doble vida del autor. ¿Y quién no la tiene así sea en sueños? El diario íntimo puede ser visto además como un prodigio de hipocresía y banalidades. O como una apuesta al futuro posible que algunos llaman posteridad. Se lo podría considerar, por último, como un depósito de desechos, fascinante y peligroso a la vez. Y si cae en manos indebidas…mejor ni hablar.
L.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario